El 24 de Septiembre celebramos la tercera asamblea de usuarias de karakolas. Como de costumbre cada grupo estaba invitado a enviar una o más delegadas para traer al encuentro la postura de su asamblea. Asistimos 25 personas y participaron 21 colectivos (algunos enviaron sus posturas por email).
Desde el equipo gestor se produjeron algunas nuevas incorporaciones para cubrir las bajas totales o parciales. Podéis ver la composición actual del equipo gestor aquí:
http://karakolas.org/#team
¡y no olvidéis que podéis uniros al equipo gestor para ayudar a que el proyecto avance más deprisa y llegue a más grupos!
Queremos resumir los acuerdos más importantes:
Mantenemos el precio libre pero no gratis, tanto para los grupos socios como para los grupos colaboradores.
Declaramos de forma explícita que los grupos socios que viven lejos de Madrid (donde se encuentran la mayoría de usuarios de karakolas) no tienen obligación de participar en la asamblea de forma presencial. Se les invita a enviar sus posturas por email, y si en un futuro algún grupo remoto quiere proponer otro método de participación lo estudiaremos.
Estudiaremos la posibilidad de realizar un crowdfunding para desarrollar algunas mejoras pendientes (control de stock, compras colectivas, usabilidad, calendario, automatizar pedidos, pedir cajas, integración con sandstorm …).
Debatimos ampliamente sobre la hoja de ruta del proyecto. Como consecuencia de este debate, kazbayadum y cucoman empezarán a trabajar en esta dirección, con el objetivo claro de que karakolas sea más fácil de aprender no sólo como usuario sino también como admin.
Y por supuesto, al terminar, buena parte de las asistentes comimos todas juntas.
Cuándo un nuevo Grupo de Consumo comienza a utilizar Karakolas, suele ser habitual que sea una o dos personas quienes aprendan inicialmente el funcionamiento. Este funcionamiento, no considero que sea difícil de aprender.
Karakolas permite usarse de forma muy básica. Podemos resumir las tareas para empezar a usarlo en 5 puntos:
Configurar el grupo: En apenas 2 min, hemos elegido la configuración.
Añadir los productores y sus productos: Teniendo los datos del productor, lo que más tiempo nos llevará es el picar sus productos y sus precios.
Ir incorporando a las Unidades de Consumo: Esto dependerá de estas unidades, pero es tan sencillo como crearse una cuenta de usuario, como se crean en otras páginas webs o aplicaciones.
Abrir pedidos, cerrarlos y enviar el pedido al productor: Abrir el pedido apenas resta tiempo si no hay que modificar precios o productos, cerrarlo es darle a un boton y sacar el pedido y mandarselo por mail al productor es muy rápido. Aquí lo único, es que desde que se abre el pedido hasta que se cierra, se deben dejar pasar unos días para que las unidades hagan sus pedidos.
Repartir los productos: Tan sencillo como descargarse una tabla e ir repartiendo los productos en las cestas.
Si es cierto, que poco a poco los Grupos de Consumo han ido pidiendo mejoras y se han ido añadiendo funcionalidades más complejas, como repartir los gastos de transporte proporcionalmente, añadir a los productos varias variables, permitir que la aplicación lleve la contabilidad del grupo, compartir entre grupos los productores para que no se deban picar los productos a mano, subir los productos mediante una hoja de cálculo, habilitar redes para hacer pedidos conjuntos entre grupos y un montón de funcionalidades que están por venir.
Estas, podemos utilizarlas o no. Dependerá del interés del grupo.
Ahora bien, para que un grupo de consumo sea funcional, se necesita que estas tareas, no sólo sean realizadas por las personas que se inicien en la aplicación, sino que debe ser usado por todo el grupo. Y en un Grupo de Consumo hay personas con un perfil más tecnológico y habituado al manejo de aplicaciones, pero también hay personas que no están habituadas a la informática y les puede parecer todo muy complejo.
Bien, pues nuestra compañera Maite del Grupo de Consumo Argansumo, preparó un juego para que en una tarde, todo el grupo de consumo aprendiera a usar la aplicación Karakolas. Requiere de un director del juego, que bien puede ser la persona que ha introducido Karakolas en el grupo y de tres, cuatro o más equipos, compuestos cada uno por 2-3 personas.
Es conveniente el mezclar dentro de los equipos diferentes perfiles para igualar los equipos. Por lo tanto, lo suyo es que el director del juego fuera quien hiciera los equipos mezclando personas tecnológicas con personas poco afines a la informática.
El juego requiere de tantos ordenadores con wifi como equipos, una estancia donde puedan estar algo alejados los equipos para que no se copien los unos a los otros y ganas de pasarlo bien mientras se aprende.
Antes de comenzar, el director del juego deberá leerse las instrucciones.
Os vamos a dejar el juego aquí adjunto, para que lo podáis descargar
Esperamos que algún nuevo grupo se anime a usar este juego y así todas las unidades serán expertas gestionando Karakolas.
LA COMPRA COLECTIVA COMO ARMA DEL CONSUMO COMBATIVO Por Malouney
Introducción al consumo combativo
Cada vez hay más personas para quienes comprar es como votar, una elección política. No está mal. La compra alevosa pone en primer plano una cuestión que aterroriza al Estado: el ejercicio de nuestra capacidad de decisión. Nos referimos a un ejercicio diario y real, no cuatrienal ni simbólico. Pero la imagen “comprar es votar” se queda demasiado estrecha desde una perspectiva autogestionaria. La compra es sólo la mitad de un tipo de intercambio de mercado muy concreto, la compraventa, el intercambio capitalista por excelencia. Y el voto es el simulacro de decisión característico de la democracia representativa parlamentaria, el régimen predilecto del capitalismo. En otras palabras, la compra no es más que la reducción capitalista del consumo, del mismo modo que el voto no es más que la reducción estatal de la acción política. La percepción de la compra como voto es sutilmente restrictiva, no induce a pensar en tipos de intercambio no mercantiles ni en procesos políticos que impliquen el libre ejercicio de nuestra capacidad de decisión sin intermediarios.
En contraposición a un llamado “consumo responsable” que sostiene que comprar es votar está apareciendo últimamente un consumo rebelde, amotinado, que defiende que comprar es luchar y que queda vívidamente definido por grupos como La Granada[1]:
El consumo combativo es una revolución a fuego lento, el arte de convertir el potaje de garbanzos en un atentado cotidiano contra toda autoridad.
GC Agua de Mayo
El consumo combativo es una recuperación de nuestra responsabilidad indelegable de decidir sobre todo lo que nos afecta, una responsabilidad que no estamos dispuestos a transferir a ningún representante político, sindical o religioso.
La Granada es una fruta explosiva. Somos trabajadoras y trabajadoras en lucha contra el Estado y la empresa capitalista, no un club del gourmet o un eco-centro de salud nutricional. Nuestro objetivo es debilitar al Estado y a la empresa capitalista a través de la organización asamblearia del consumo y reforzar al mismo tiempo a los colectivos productivos autogestionados.
Lo que propone La Granada es llevar la guerra de guerrillas a un terreno muy incómodo para el Estado pero transitado cotidianamente por nosotras: la jungla del consumo. El Estado tiene muchos recursos para perseguir a una masa organizada que decida entrar en un Carrefour y arrasarlo pero apenas tiene recursos para perseguir a una masa organizada que decida arrasar un Carrefour por el procedimiento contrario, no entrando nunca en él, ignorándolo. Esta es una de las grandes ventajas del boicot, que puede hacer un daño enorme al capitalismo con una exposición mínima a la represión. Eso sí, nos referimos a un boicot “bien entendido”, tal y como lo describen las compañeras de Debate Anarquista.:
Una acción coordinada para no comprar en una empresa capitalista concreta no daña al capitalismo si nos vamos a comprar descoordinadamente a otras empresas capitalistas. El boicot, bien entendido, es una coordinación del consumo, es decir, la planificación de dónde no vamos a consumir tanto como la coordinación de dónde sí vamos a hacerlo[2].
La simple orquestación de una “no compra” es un boicot a medias, inconcluso, quizá efectivo en campañas reivindicativas puntuales pero carente de profundidad revolucionaria. De aquí surge la idea de la “compra colectiva” como culminación de la “no compra colectiva”, un perfeccionamiento del boicot.
La compra colectiva como arma del consumo combativo puede llegar a hacerse en el mercado capitalista y compartir bastantes de los criterios del consumo responsable, como veremos enseguida, pero la intencionalidad subversiva lo trastoca todo[3]. El consumo responsable puede ser fácilmente recuperado por el sistema, convertirse en un eslogan de marquesina subvencionado por el Ministerio del Buen Rollo; entrar en el temario de Educación para la Ciudadanía; mercantilizarse como el bicarbonato de una clase media urbana con malas digestiones de conciencia o salir en portada del próximo suplemento dominical de El País. Pero el consumo combativo es ya irrecuperable, no tiene remedio. Cada acto de consumo –que no tiene por qué ser necesariamente una compra[4]– es doloso, tiene el punto de mira puesto en la transformación del sistema económico y político.
La compra colectiva como arma del consumo combativo.
[…] no nos contentamos con organizar nuestro consumo de alimentos. Queremos organizar el consumo de toda clase de productos y servicios básicos, de todo lo necesario para la vida. De hecho, aspiramos a una sociedad en que la producción esté determinada por el consumo y no al revés, como sucede bajo el capitalismo.
Entendemos la compra colectiva como una forma de continuar desarrollando nuestra cada vez más desarrollada organización del consumo. Con Karakolas no sólo hemos perfeccionado herramientas sino, más importante aún, estructuras de coordinación y toma de decisiones conjuntas: Redes asociativas que pueden crecer sostenidamente y sin afectar la autonomía de cada grupo integrante.
Foto cedida por GC Alcorque
Las compras colectivas tendrían dos objetivos:
-El prioritario, crear “círculos virtuosos autogestionarios”. Se trata de desviar el consumo de todos los productos que podamos a proveedores que no exploten a trabajadores, que se organicen de forma asamblearia como nosotras y respeten nuestros criterios ecológicos. Esta demanda concentrada fortalece a los productores autogestionados, que son entonces capaces de mejorar su oferta a los consumidores autogestionados (ampliando la variedad, mejorando la calidad, ajustando precios, etc.) Y vuelta a empezar en ciclos cada vez más potentes. De esta manera nuestras compras estarían sirviendo directamente para fomentar la economía alternativa que perseguimos.
-El secundario, romper “círculos viciosos capitalistas”. Hay multitud de productos de uso cotidiano que todavía no podemos encontrar en la Autogestión y tenemos que comprar al capitalismo (pilas, bombillas, papel, menaje, herramientas, etc.) Nuestra demanda desorganizada de estos productos potencia la lógica productivista capitalista que, regida por la máxima obtención de beneficio al menor costo posible, agrava la explotación laboral, el ecocidio (o destrucción de la naturaleza transformada en recurso mercantil), el control monopolístico de los precios, etc. Cada ciclo, cada rotación de stocks en las estanterías del supermercado, empeora la situación. Con la compra colectiva podemos romper estos círculos viciosos (por ejemplo, mediante la promoción de proyectos autogestionados con el dinero obtenido en los descuentos)…
El texto recién citado está sacado de una ponencia tratada el 24 de septiembre pasado en la Asamblea de Karakolas[5], integrada actualmente por más de 40 grupos de consumo. Para la última parte, referida a la ruptura de “círculos viciosos capitalistas”, se manejó un trabajo del extinto colectivo Banda Ancha publicado en 2012 bajo el título “La compra colectiva como instrumento de lucha contra el capitalismo”, del que rescatamos los siguientes párrafos:
En el mercado capitalista, toda compraventa es una negociación entre partes contrarias. Llamamos compra colectiva a la compra organizada en red con el objeto de conseguir mayor poder de negociación frente a las empresas capitalistas, la parte contraria. A mayor fuerza de compra, más poder de negociación.
El efecto inmediato de la compra colectiva es el abaratamiento del precio del producto. A las empresas capitalistas les suele salir rentable sacrificar márgenes de beneficio a cambio de volumen de venta. En otras palabras, con la compra colectiva aplicamos el mismo principio que cuando regateamos descuentos con el tendero por comprar tres unidades de un producto en lugar de uno, pero a lo bestia. Obviamente, una compra colectiva orientada sólo a la reducción de precios no hace más que alimentar el consumismo desaforado del que se nutre el capitalismo. De hecho, existen varias páginas de comercio online que obtienen cientos de millones de euros de beneficio anuales por el procedimiento de mercantilizar compras colectivas. Pero nuestra forma de salirnos de este círculo vicioso consumista es donar el beneficio obtenido en la compra colectiva a proyectos sin ánimo de lucro que tengan una intencionalidad revolucionaria. Es decir: invertir el beneficio de la compra en la destrucción del vendedor. Sólo por esto, merece la pena organizar la compra de los productos que compramos desorganizadamente en el Carrefour (bombillas, pilas, papel higiénico, etc.)
Pero hay más. A medio plazo, podremos conseguir mucho más que descuentos mediante la organización de nuestras compras. Podremos intervenir en los procesos de producción y distribución de nuestros proveedores capitalistas, por ejemplo, o en las condiciones laborales de su plantilla asalariada. La simple perspectiva de perder un cliente con un potencial de compra masivo puede obrar milagros en la “responsabilidad social corporativa” de las empresas. La fuerza de compra es el factor principal pero no el único. Hay otros factores que incrementan también nuestro poder de negociación. Un colectivo organizado de consumidoras siempre representa una amenaza mayor para la empresa capitalista porque dispone de más medios de defensa y ataque que la consumidora aislada (cajas de resistencia para sostener acciones jurídicas, impagos coordinados, campañas públicas de desprestigio, boicots, etc.)
Por último, a una escala suficiente, las compradoras organizadas seremos capaces de dar la espalda a las empresas capitalistas y hacer viables proyectos autogestionados que fabriquen bombillas, baterías, paneles solares, etc. Ese momento llegará cuando seamos capaces de financiar los medios de producción necesarios y garantizar la demanda.
La RCC (Red de Compras Colectivas)
En junio de 2015, la RCA[6] acordó impulsar una Red de Compras Colectivas. Paralelamente, por las mismas fechas, Faircoop[7] inició un proyecto muy similar en el marco de su mercado virtual Fairmarket. En julio de 2016, compañeros de la RCA y Faircoop descubren por casualidad que están trabajando en proyectos convergentes e inician inmediatamente una colaboración que acelera el proceso de constitución de una RCC de dimensión internacional. En Madrid, animadas por el impulso, las Asambleas de La Canica[8] y Karakolas acordaron unirse a la RCC el 17 de septiembre y el 24 de septiembre, respectivamente.
GC Agua de Mayo
Las compañeras informáticas están ultimando la adaptación del software de Karakolas y Fairmarket a una aplicación que tendrá un funcionamiento muy parecido al de una plataforma de crowdfunding. Los colectivos adscritos a la Red podrán realizar propuestas de compras colectivas de un producto a través de la RCC, fijando una cantidad mínima de unidades y un plazo de tiempo para alcanzarla. Si el total de los pedidos no llega a la cantidad mínima en el plazo fijado, la propuesta de compra se considerará rechazada y el dinero adelantado se retornará. Las comunidades usuarias de monedas alternativas podrán establecer intercambios en faircoins, canicas, ecos, etc.
Los contactos con proveedores se han iniciado ya. De hecho, aunque la aplicación no está aún operativa, la RCA ha aprobado una primera compra de 600 kilos de café Rebeldía[9], producido por cooperativas zapatistas y distribuido por una Asociación solidaria de Barcelona adherida a Fairmarket. La compra se ha efectuado para garantizar existencias de café en 2017, ya que los pedidos a las productoras zapatistas en lucha se hacen anualmente -cada mes de octubre- para facilitar la programación de su temporada. También se está mirando la posibilidad de abrir un canal de importaciones con ERT argentinas (Empresas Recuperadas por los Trabajadores) y con cooperativas textiles de la Rojava kurda, otra de esas regiones del mundo donde se está ensayando la autonomía libre asociacionista, sin Estado ni patrones ni patriarcas. Ya dentro del espacio europeo, las compañeras griegas de la fábrica okupada VIO.ME[10] nos han enviado su catálogo de productos de limpieza, que empieza literalmente así:
«Nosotras, las trabajadoras de VIO.ME en lucha, liberadas de los jefes, continuamos resistiendo a pesar de la presión y las maniobras legales que se operan a nuestras espaldas. Nos resistimos como trabajadoras a abandonar la fábrica y perseveramos en nuestra demanda central: Las fábricas, así como toda la riqueza social, deberían ser gestionadas por quienes las producimos.»
Por último, la RCC cuenta con la estructura legal necesaria para enfrentarse a los obstáculos burocráticos a los que tendrá que enfrentarse[11]. Aunque la tercera entrega de nuestro serial titulado “La Acción Económica” tratará precisamente de este tema, no podemos evitar la tentación de adelantar un par de apuntes. Sólo los colectivos con poca personalidad confunden su identidad con la de una “persona jurídica” o se identifican con “Números de Identificación Fiscal” (NIF). De las empresas capitalistas hemos aprendido que las personas jurídicas son como los vehículos, las hay de todas clases, para usos deportivos o industriales, para embestir escaparates en los alunizajes o ponerse a salvo después de atracar bancos. Por cierto, una Sociedad Limitada puede ser el escudo instrumental de una Asamblea de trabajadoras y una Cooperativa puede ser la tapadera de una penitenciaría laboral que exprime a miles de trabajadoras[12]. Las escrituras notariales e inscripciones registrales no determinan las relaciones de producción. La explotación laboral es un fenómeno económico, no jurídico, que en el caso concreto del asalariado se da cuando el factor de decisión en una unidad productiva (tienda, taller, bar, almacén, etc.) es el capital y no el trabajo.
Pero todo esto se verá más tranquilamente en el siguiente episodio de “Acción Económica”, si el tiempo y las autoridades lo permiten.
[2] Fragmento de una propuesta de la D.A. (Debate Anarquista) a la COA (Coordinadora Obrera Anarquista). La D.A. es un colectivo de Madrid adherido a la COA que sintetiza planteamientos del anarcosindicalismo, de donde proviene, con planteamientos del consumo combativo. Por ejemplo, en la misma propuesta citada:
El capitalismo también nos explota a través del consumo, no sólo laboralmente. De hecho, la explotación a través del consumo es imprescindible para mantener a la clase trabajadora en un estado de perpetua dependencia del salario capitalista. Consecuentemente, no plantear batalla al capitalismo en el frente del consumo equivale a reforzar sus posiciones en el frente de la producción
[3] Incluso la iconografía. El carrito de la compra ya no es una urna rodante donde depositamos votos sino un tanque, como en el logo del proyecto Carro de Combate[3], que adopta además el lema “¡consumir es un acto político!”
[4] Desde una perspectiva autogestionaria, la organización de la compra no sólo es un acto de desobediencia sino el inicio de la transición hacia otras formas de intercambio entre consumidoras y productoras. La transición se opera en distintos niveles. En Madrid, por ejemplo, La Canica ha pasado del intercambio de mercado capitalista al intercambio de mercado mutualista con moneda alternativa. El Nodo de Carabanchel ha dado un paso más adelante, dejando atrás los intercambios mercantiles y ensayando con éxito intercambios recíprocos desmercantilizados, basados en la colectivización de medios de producción. Otros experimentos comunitarios con la propiedad colectiva del producto del trabajo han saltado incluso a formas de intercambio comunistas libertarias, como la “toma del montón” en función de las necesidades de consumo.
[11] Destacamos aquí un juguete nuevo aportado por Faircoop. Se trata de Freedom Coop, la primera SCE de la que tenemos noticia. Una SCE (Sociedad Cooperativa Europea) es una figura societaria tan rara que la propia Comunidad Europea tuvo que asignar una partida presupuestaria para darla a conocer, sin mucho éxito. Para constituir una SCE se necesita un capital social de 30.000€ y dos sociedades cooperativas radicadas en dos países distintos de la Unión Europea.
[12] Otro tanto cabe decir sobre cualquier otra documentación legal como, por ejemplo, un contrato de trabajo. No es raro que colectivos autogestionados finjan relaciones contractuales laborales para generar derechos a prestaciones o, al revés, que empresas capitalistas finjan relaciones contractuales mercantiles con sus asalariados para abaratar costes salariales, evadir cotizaciones a la seguridad social, etc.
Malouney
Información extraída de El Salmón Contracorriente. Puedes ver el original aquí .
Cruz, de EcoArganzuela, envía este planazo para el primer fin de semana de Julio:
IV Feria de Cerveza Artesana en Sebúlcor, Segovia, sábado el 2 julio de 12 a 24h.
Os invitamos a las IV Feria de la Cerveza Artesana en Sebúlcor, el próximo sábado 2 de julio durante todo el día en el campo de fútbol de césped natural, muy agradable y refrescante.
Asistirán 24 cerveceras artesanales de muy diversos lugares que vendrán con sus variados tipos de cervezas para degustar y disfrutar, de la mano de sus propios elaboradores a quienes podréis comentar su estilo, forma de elaborar , tipo de microcervecería…
Me lanzo a publicar mi primera entrada karakolera para invitaros a la Feria de Medio Ambiente de Cerceda (en la Sierra Noroeste de Madrid).
La Feria la organiza el Ayuntamiento de BOCEMA y los GC Espigadoras, El Semillero (de Mataelpino) y La Luna Verde (de Moralzarzal) hemos propuesto una serie de actividades y nos han cedido espacios.
Os incluyo el programa a continuación y añado las actividades que realizaremos los GC fuera del programa oficial. Venid a vernos!
Tenemos un stand para los GC, que intentaremos tener atendido por representantes de los tres grupos desde el viernes por la tarde hasta el domingo a medio día.
STAND DE LOS GRUPOS DE CONSUMO
Mesa informativa sobre el consumo responsable, el glifosato y las abejas, la eComarca y Karakolas.
VIERNES 3 DE JUNIO
18:15 Mesa redonda sobre consumo responsable. Participan Carlos Ballesteros y Javi Valdezate de Espigadoras, Lydia de Santisteban de La Luna Verde.
SABADO 4 DE JUNIO
14:00 Paella ecológica: Organiza: Centro Social El Balcón, Grupos de Consumo: Espigadoras, Semillero y La Luna Verde.
18:00 Reunión entre los Grupos de Consumo: Espigadoras, Semillero y La Luna Verde (en el stand común).
DOMINGO 5 DE JUNIO
Mañana: Demostración de horno solar.
11:00 TALLER: Crea tu propio grupo de consumo (en el stand).
Buenas a tod@s verduler@s de Madrid y alrededores.
Un año mas desde Vega Fértil horticola eco de la vega del jarama, nuestra comarca agrícola por excelencia de la región madrileña, os invitamos a que visitéis nuestra finca de Madrid y conozcáis de primera mano como producimos las verduras y hortalizas que luego disfrutamos todos en nuestras mesas.
Las fechas propuestas son el fin de semana del 21-22 de Mayo y el del 18-19 de Junio. El 28 de Mayo también tenemos una actividad ludico-formativa en nuestra finca para un grupo organizado, si de ninguna manera os cuadran las fechas propuestas podríamos atender a alguno también en esa fecha, si bien andaremos ya algo saturados con toda la gente que esta previsto asista a dicha actividad.
Podéis venir a visitarnos en coche, hasta la población de Velilla de San Antonio, y en autobús desde Conde de Casal. Si queréis complementar la visita con un paseo en bici o a pie por los alrededores, de gran belleza y espacio natural protegido (Parque Regional del Sureste y lagunas-humedal protegidas por convenio Ramsar «Lagunas de Velilla». Otra opción es desplazarse en metro con la bici hasta la parada de Rivas-Urbanizaciones y de alli bajar en bici hasta el valle del jarama, donde estamos nosotros. Os adjuntamos unos planos con ideas de rutas por la zona.
Ahora estamos en plena campaña de siembras y plantaciones de los cultivos de primavera-verano, y esta es una de las épocas mas bonitas para visitar la huerta y el campo primaveral, convertidos en un autentico vergel. Septiembre-octubre también son buenas épocas (es cuando mas cosecha y variedad tenemos al juntarse los cultivos de verano con los de otoño-invierno ya plantados), por si alguno no puede ahora se podría plantear a petición otra jornada en esos meses.
Cualquier duda podéis contactar con nosotros en el 662072830 o686166991.
Compartimos hoy una receta en nuestro blog, una deliciosa receta de bizcocho de naranja y harina de algarroba. Os aviso ¡es uno de los mejores bizcochos que he probado! Y eso que en casa somos expertas en el tema. La calidad de los ingredientes también hace mucho.
¡Aprovechad las ricas naranjas de temporada!
Ingredientes:
1 naranja de zumo o dos pequeñas. En nuestro caso hemos usado naranjas de unas productoras malagueñas, Frutanga.
Ralladura de un limón (opcional).
1 vaso de yogur. Hemos usado yogur de oveja de Los Apisquillos.
2 medidas de harina. Vale cualquier harina de trigo. En este bizcocho hemos usado integral de espelta de Cerecinos.
1 medida de harina de algarroba, del Rincón del Segura.
1 medida de panela, de Comercio Justo.
Un poco menos de 1 medida de aceite de oliva, podéis usar uno más suave o uno más fuerte dependiendo de lo que os guste. Nosotros hemos usado variedad hojiblanca de OleaNature.
1 sobre de levadura de repostería.
Modo de preparación:
Utilizamos la famosa «medida del yogur». Si usáis un yogur en envase de plástico podéis vaciar el yogur en un bol y usarlo para tomar las medidas. Nosotros usamos un recipiente de vidrio de yogur que tenemos guardado para estas ocasiones :).
Rallamos la piel de la naranja (y de limón si decidimos ponerle) evitando rallar la parte blanca. Y reservamos. ¡Atención! Es importante que las naranjas y limones sean de producción ecológicas, si te apetece hacer el bizcocho con otro tipo de naranjas es mejor no utilizar las ralladuras.
Pela la naranja y saca sus gajos. Saca las pipitas, si las tiene. Pon los gajos troceados en el bol donde vayas a preparar la masa.
Añade en el bol la panela, los huevos, las ralladuras el aceite y el yogur y pásalo todo por la batidora hasta que quede todo bien triturado y homogéneo.
Añade las harinas y la levadura. Así tal cual, no hace falta tamizar ni nada. Vuelve a pasar la batidora hasta que se mezcle todo bien. También puedes mezclarlo con una varilla.
Vierte la masa en el recipiente donde vayas a preparar el bizcocho. Si le pones un poco de margarina, aceite o mantequilla al molde antes te asegurarás que no se quede pegado.
¡Al horno!
Es recomendable precanlentar el horno al menos 10 minutos antes de meter el bizcocho a una temperatura de 180º.
El tiempo de horneado dependerá de nuestro horno. En general podéis calcular unos 30-35 minutos a 180º a una altura media. Antes de sacarlo podéis hacer la prueba del palillo. Pincháis el bizcocho por el medio con un palillo y si sale seco es que está listo.
Si no aguantáis se puede comer medio caliente, pero si los dejáis reposar una media hora está muchísimo más bueno.
El bizcocho queda esponjoso, con estas medidas se desmiga un poquito, imagino que poniendo un huevo más quedará más compacto.
Después de leerla me pregunto ¿es una buena noticia que aumente el consumo de este tipo de productos? En mi opinión, sí y no.
Vayamos por partes, está claro que es una buena noticia que cada vez haya más consumidores conscientes de la importancia de respetar el medio ambiente evitando el uso de pesticidas en los cultivos y consumiendo vegetales y verduras que no hayan sido modificados genéticamente, pero ¿es suficiente? ¡Claro que no! Es necesario tener en cuenta algunos criterios que son tan importantes, o incluso más, que el respeto al medio ambiente, como que el precio que se paga a los productores sea justo así como que los trabajadores tengan unas condiciones laborales dignas.
No basta con consumir ecológico, de nada sirve imitar los sistemas de producción y distribución actuales pero cambiando el producto.
Foto cedida por GC Alcorque
Por eso en karakolas te animamos a crear un grupo de consumo y comprar directamente a los productores cercanos del lugar donde vives. De esta forma, además de consumir productos que respetan el medio ambiente, ayudas a que los pequeños productores puedan tener salarios dignos y que no tengan que depender de lo que están dispuestas a pagar las grandes distribuidoras de turno. Si lo prefieres también puedes unirte a uno de los grupos que ya utilizan karakolas o contactar con La eComarca, una distribuidora de productos ecológicos que facilita los intercambios entre pequeños/as productores/as de productos ecológicos y grupos de consumo, siempre bajo las premisas de transparencia, cooperación y el trato directo entre consumidores/as y productores/as.
Si estás pensando en crear un grupo de consumo ¡no lo dudes! Contacta con nosotras, estaremos encantadas de compartir nuestra experiencia.
Desde el Equipo Gestor os proponemos una reunión de Delegadas (y para quien quiera acercarse).
Sería el Sábado 9 de abril a las 11 de la mañana, en el local de Monederos. Duración aprox. 3:15 horas.
Orden del día:
(11:00-11:30) Llegada y presentación de los asistentes.
(11:30-12:00) El Equipo Gestor contará lo que ha hecho estos meses y lo que tiene previsto hacer próximamente. Y recordaros que las puertas para pertenecer al Equipo Gestor están siempre abiertas.
(12:00-12:15) Explicación de los ingresos recibidos este tiempo y a lo que se han destinado.
(12:15-13:15) Dejar un jam-session Donde los Grupos Cuentan sus trucos, formas de trabajar con Karakolas o presenten a sus Productores Favoritos.
(13:15-14:15) Talleres de Uso: Explicación de aquellas tareas que os cuesten realizar o aprender de Karakolas. (Exportar/importar tablas para el reparto, redes, pedidos coordinados). Todas las dudas que os surjan o consideráis que cuesta más al grupo, proponedlas para que las tratemos.
Para hacer camisetas no sé si estamos a tiempo, pero podemos poner en venta bolsas que creo que si hay en stock. El que quiera que las ofrezca en su grupo.
Si tenéis algún punto que os gustaría que se tratara, por favor añadirlo.
Durante estos meses nos habéis preguntado sobre números de cuenta o como hacer aportaciones a Karakolas. Aun no disponemos de ninguna, pero es buen momento para realizarlas y contaros como nos las podéis hacer llegar.
Agradecemos que estuvieran representados la mayor cantidad de Grupos y confirméis vuestra asistencia.